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– ¡Vaya e informe!…
Se cuadró. Sonó los tacones de sus botas militares con la mejor marcialidad posible y emprendió a cumplir la orden de su superior. No llevaba mucho tiempo en la ciudad pero en cuatro meses de haber llegado a la isla podía sentirse privilegiado al no haber sido enviado al campo de batalla a enfrentar los machetes mambises. Tenía solamente 19 años y ninguna experiencia militar. Había sido enrolado por fuerza y ley en el ejército colonial español y lo habían enviado a Cuba, donde los mejores oficiales no podían controlar incomprensiblemente a un turba de harapientos a caballo. Empezó a trabajar en una de las comandancias de La Habana como correo pero sin salir nunca del límite urbano. Además, en ocasiones ayudaba a hacer algunas compras en el mercado para necesidades más particulares de la jefatura. Así que ya conocía las calles y podía dirigirse con bastante precisión a una dirección determinada, pero a la que se dirigía ahora en el barrio del Cerro la conocía perfectamente. Sabía que esta señora estaba bajo vigilancia y era una desterrada política en su propio país, pues era natural de la provincia de Oriente. Se lo habían dicho otros quintos cuando pasaron frente a su puerta, en los primeros recorridos que hizo para familiarizarse con su entorno. La casa le transmitía una fuerza y una dignidad que él no sabía explicar y a la que nunca hubiese querido enfrentarse, pues lo intimidaba un poco. Se sacó el sombrero en gesto de respeto y tocó la aldaba que produjo un sonido seco y preciso. Bajó los escalones del portón y esperó en la acera. Precisamente, abrió ella. Era una mujer de 55 años, de rostro sereno y ojos penetrantes que lo aplastaron en su uniforme de soldado de la metrópoli.
– Buenos días… ¿qué desea Usted? – le dijo encarnando el entrecejo.
Turbado, ni preguntó si ella era Lucía, por una elemental cuestión de porte.
– Buenos días, señora, vengo de la comandancia, me envía el General Concha quién me ha pedido os haga entrega de esta notificación – y extendió el pequeño papel tipográfico.
La doña se acomodó la mantilla que cubría su vestido, tomó el mensaje y lo leyó. Era un texto breve, pero más breve y contundente fue su respuesta.
– Tome –le dijo devolviéndole el recado- dígale a su General que este no es mi hijo.
Ahora sí estaba en una situación difícil. Mecánicamente, sin ser el dueño de sus actos, se vio con su encomienda otra vez en las manos. No podía regresar atrás diciendo que aquella mujer negaba la afirmación militar, eso podía causarle un señalamiento grave a su expediente. Así que, muy confundido, trató de argumentar un poco más.
– Señora, hay confirmación total, vuestro hijo fue capturado hace dos días, cerca de Manzanillo, por fuerzas al mando de un oficial de apellido Ariza. Los hechos ocurrieron exactamente en los potreros de San Antonio de Bajá. Fue enviado al poblado de Veguitas. Allí nuestros médicos han curado sus heridas de combate. No hay duda posible.
– ¡Ese no es mi hijo! – repitió la mujer, determinada.
– ¡Señora, por favor, os lo suplico, comprenda! He sido enviado para ponerla en conocimiento y no cabe duda posible. ¡Cómo se concibe una equivocación en este caso! ¡Se trata de vuestro hijo, por Dios, el Mayor General del Ejército Libertador Calixto García Íñiguez! ¡Cómo es posible que haya un error en este caso!
– ¡Ese no es mi hijo, le digo! – seguía firme Lucía en su posición.
Desesperado, el joven trató de jugarse las últimas cartas intentando conmover el corazón de aquella madre cubana que se atrevía a desafiar la veracidad de un parte militar diciendo todo lo que sabía y no estaba autorizado a comunicar.
– Señora, vea Usted, es él, es el Mayor General Calixto García. Fue capturado hace dos días, como ya os dije y la comunicación nos llega desde Santiago de Cuba. Fue un encuentro desigual donde sufrió graves heridas y nuestros médicos lograron salvarle la vida. Al verse rodeado y a punto de caer en nuestras manos, ha sacado su revólver y se ha pegado un tiro en el mentón, la bala le ha salido por la frente y milagrosamente ha salido con vida. Gravemente herido fue hecho prisionero y llevado a…
No pudo decir más. Con la misma determinación con que minutos antes renegara de su vástago, le llegó la frase, tronante y liberadora, como el disparo que hacía dos días había sonado en la manigua redentora.
– ¡Ese sí es mi hijo! ¡Ese es mi Calixto! ¡Muerto antes que rendido!
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Todos los datos de nombres y localizaciones son reales según lo que pude investigar. Está recreado el hecho del cómo le entregaron la noticia a Lucía (en su casa me inventé yo, quizás fue citada a una oficina militar) y el quién lo hizo (quizás fue un oficial y no un joven cadete, en esto encontré algunas controversias y me decidí por un joven para poder turbarlo un poco), eso es fuente de mi imaginación. Su respuesta y actitud es real y está en los archivos anecdóticos de la Patria.
Vale añadir que cuando en 1980 se hace la exhumación de los restos de este jefe militar de tres guerras contra la colonia española para rendirle honores y hacerle un entierro por manos cubanas, las huellas de este hecho en su persona sirvieron para la confirmación de que eran en efecto. De él José Martí dijera: Calixto García no necesita encomio: Lleva su historia en su frente herida. El que sabe desdeñar la vida, sabrá siempre honrarla.
Murió en Washington el 11 de diciembre de 1898 a cargo de diferentes funciones mediadoras en medio de la intervención estadounidense en la Guerra de 1895. Hasta el final de su vida padeció dolorosamente los diversos efectos de este intento suicida en su organismo.
Para más información, los remito a http://www.16deabril.sld.cu/rev/239/13.html de ahí son estas imágenes.
Es increíble como uno desde chiquito aprende las «anécdotas» de los libros de texto (que no son las únicas y a veces, ni fehacientes) y nada más! después, el que gusta de la Historia de Cuba, tiene que dedicarse a leer, investigar y averiguar por ahí todo lo demás. Siempre supe lo del disparo, como los de Antonio Maceo… pero hay muchas cosas que desconozco (y no solo yo) .
Se sabe, por ejemplo, de Martí que fue poeta desde jovencito y patriota desde niño pero no dicen los libros de texto que era un alcohólico y un mujeriego (cosa que no lo demerita pues eso no intervenía para nada con su valentía) pero me refiero a que en nuestro país todo va de lo sublime a lo ridículo. Los personajes célebres lo son por héroes o mártires o por esbirros traidores. No hay puntos medios, no hay humanidad… la historia cubana se nos contó siempre de una manera extremista y por eso dejó de gustarme (en la escuela).
Me encantó esa anécdota y me gusta que le dieras tu toque personal ya que nunca sabremos qué y cómo ocurrió todo en realidad pero es una historia creíble. Cuba es un país de patriotas, de hombres y mujeres valientes que lucharon por ser libres, por mejorar, por dejar de ser oprimidos y lo logramos a machetazos, balazos y sacrificios.
Ahora cuéntame por qué esta es de tus preferidas?
la historia de cuba es muy interesante… a mí me gusta mucho la historia de las guerras de independencia porque esos hombres lucharon por una república que no existía y por un sentimiento nacionalista que nacía de entre muchos otros, como el anexionista… escribieron el himno, diseñaron la bandera y el escudo y dejaron hondas huellas para el futuro… hoy precisamente conversaba con una amiga sobre un tema del que pensé podría ser un probable post y es el tema -saltando casi un siglo- de la presencia de la mafia en cuba en los años 50 y todo lo que hicieron aquí que en historia no te lo explican así… izma, yo tuve muy buenos profesores de historia que se sabían muchas anécdotas -sin comillas- y te incitaban a seguir buscando… creo que la enseñanza de la historia en cada país es así, el interesado tiene que ir un poquito más allá… en el caso de cuba, es bastante más allá!… yo me enteré hace muy poco de muchos datos del general juan bruno zayas que me impresionaron!… villaclareño, una de las calles principales de mi ciudad lleva su nombre, pero sabía muy poco de él…
de la anécdota me intriga o me gusta pensar en lo que le tiene que haber pasado a lucía íñiguez por dentro… lo que ella tiene que haber sentido es lo que más me interesa de esta anécdota… porque al decir: ese no es mi hijo… no es que ella negara la posibilidad de que calixto garcía pudiera caer prisionero, es que para ella su hijo general no podía caer vivo en manos de los españoles, si lo hacía, dejaba de ser su hijo… es parecida a la anécdota de céspedes, que cuando le dicen que le perdonan la vida de su hijo prisionero a cambio de que ceje en su empeño independentista responde que él es padre de todos los cubanos… o amalia simone, que detenida es amenazada y le dicen que le perdonan la vida si le escribe a agramonte para que desista de su empeño libertador y ella responde que primero le cortan la mano antes que escribirle a su esposo pidiéndole que sea traidor…
josé martí es punto y aparte… de este período yo admiro mucho al dominicano cubano máximo gómez y a ignacio agramonte… los héroes no son acartonados, fueron seres humanos que sufrieron, amaron, odiaron, se equivocaron… vivieron… hace poco compré un libro que se llama «el ingenio del mambí» de la editorial oriente… MUY BUENO!… una investigación muy profunda de cómo era la vida mambisa en muchos aspectos: armas, correo, sanidad, alimentación, transporte…
bueno mi camarero, será porque tu estudiabas historia cuando yo aún no pensaba ni existir, jejeje! aunque tuve buenos profesores, mi año de 9no grado (2001-2002), por ejemplo, fue el último año en que hubo PROFESORES en las aulas. En el septiembre de mi décimo curso escolar, atacaron los emergentes… recuerda también que somos de generaciones distintas y que ya en mi tiempo el patriotismo no era tan genuino como en el tuyo. Me refiero a que, aunque me considero revolucionaria sin estar de acuerdo con todo lo que pasa en Cuba, ya a los jóvenes de mi tiempo, los que nacimos en la recta final y no conocimos del pasado más que lo que nos contaban, nos dejó de interesar un poco todo lo referente a esa historia con la que nos identificamos. Y lo cortés no quita lo valiente, me gusta la historia y creo en el patriotismo, simplemente la magnitud de ese sentir no es la misma en los tuyos que en los míos, como no es la misma en ti y en mi abuelita, por ejemplo.
me gustó mucho, de veras… ya de estas cosas hemos hablado mucho y yo también me moriría en una trinchera antes de permitir que mi Cuba dejara de ser libre otra vez, te lo juro (incluso estando de este lado), pero supongo que el pasado es solo «anécdotas» y mira dónde estamos.
off topic: no me dijiste nada del link que te pasé…
este está mejor:
http://estupidoescribir.blogspot.com/2011/05/quo-vadis-cubano.html
la historia es historia independientemente de tu manera política de pensar… las divergencias pueden estar más bien en la historia reciente, lo cuál es lógico, no?… yo tuve muy buenos profesores, la historia tiene que gustar y hay que leer para impartirla y poder hacer que a los alumnos les interese… ya sabemos de sobra que la enseñanza no es la misma entre nosotros, pertenecemos a dos etapas muy diferentes… pero la historia es una asignatura fascinante y como cultura general es muy importante… una vez le pregunté a una vasca por los origenes del nacionalismo vasco… independientemente de eta es evidente que el vasco se siente vasco y no español… entre las cosas que me dijo, me dijo que el euskadi, que es el idioma del país vasco, es muy antiguo… no sabía eso… eso es historia y ayuda a entender algunas cosas…
el link que me mandaste antes entré y ya había entrado otras veces pero no me gusta el ambiente de la página, me confunde un poco, todo muy apretado, me desorienta mucho… el otro lo intento abrir pero esto está hoy de muerte lenta y agonizante…
el blog del link anterior ya cambió de ambiente… pero no importa, espera a otro día, los links no se van a mover de ahí, ni los blogs tampoco…
a mi me gusta mucho la historia, siempre me ha gustado, solo quise acotar que no conozco muchas cosas y no me interesan otras tantas por la carencia de un buen profesor… hay cosas que se inculcan y si nadie te las hace interesantes, no te atrapan… no todo lo que nos gusta nos gusta porque sí, hay cosas que nos gustan porque alguien nos las hizo interesantes. Eso me pasa con la historia.
y tú hiciste interesante para mí lo que contaste, gracias! 🙂
bueno, qué? no hay respuesta para mi?
quedó algo pendiente?…
no, solo te busco la lengua, jejeje!
escribí algo que considero interesante… nada artístico, son solo reflexiones… llégate.
Esta historia me encanta. También es uno de los pasajes de los que más me llaman la atención de la guerra cubano-española. Este, junto con el del rescate del brigadier Sanguily me fascinan porque demuestran la voluntad y el coraje de los mambises. Para que una madre diga eso hay que tenerlos bien puestos.
agramonte es el héroe idílico casi por excelencia… hizo grandes proezas como el rescate de sanguily que es algo legendario y del que hay varias versiones hsitóricas…vivió un amor también increíble con amalia simone… al final, su cadáver de oficial de un ejército fue profanado y quemado por los colonialistas… creo que de todos, es el más idílico por decirlo de alguna manera…
siempre me ha gustado mucho la historia de mi país, porque cuba sigue siendo mi país, mis raíces están allí, la gente que amo, los campos, el barrio….tuve excelentes profesores de historia que aún recuerdo con mucho amor y uno de ellos, Rodobaldo Gort Pacheco, que magistralmente podía dar tres turnos seguidos de Historia de Cuba y nadie se dormía en el aula.
la vida de esta intransigente patriota que compartes con quienes te leemos, está matizada de numerosas anécdotas que ponen de relieve su temperamento, retratándola como una mujer de coraje con un temple a toda prueba.
otra anécdota:
después de muerto su hijo la visita un enviado del presidente tomás estrada palma, que le trae un nombramiento de inspectora de montes. La patriota cubana argumenta que ella está vieja y con muy poca salud para trabajar, el oficial insiste en que no tenía necesidad de realizar el trabajo, pues de todas formas el gobierno le pagaría…comprendió ella entonces que se trataba de una prebenda con la cual el gobierno trataba en forma incorrecta de socorrerla por lo que se irguió y devolvió el nombramiento, expresando que cobrar un sueldo sin trabajar era robarle al estado, dándole así una lección de dignidad y honradez al enviado del gobierno.
abrazo fuerte camarero, que lo sientas allá.
no sabía que lucía había vivido más que su hijo el general calixto… abrazos igual de buenos…