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Era el primer día de 10mo grado.
Pertenecíamos a un pre de ciencias exactas becado en el campo, de esos típicos que son dos bloques, uno docente y uno de dormitorio, unidos por un pasillo aéreo. Se trataba de un preuniversitario con un régimen de disciplina estricto donde no era nada bueno dárselas de “destacado” y eso todos lo teníamos muy claro. Las clases habían terminado en el estreno y bajé en short y pullover a las áreas deportivas a ver qué encontraba para hacer. No pasé por la cátedra de educación física donde prestaban pelotas de varios deportes para la recreación porque nunca he sido muy abierto comunicativamente y preferí unirme a un grupo que jugaba con una pelota ya pedida. Las áreas deportivas quedaban detrás de la escuela, habían dos canchas de baloncesto, dos de volley, un gimnasio a medio terminar y una pista. En las zonas más cercanas a la escuela habían unos bancos y la iluminación era basada en esas luminarias muy conocidas en la Cuba de los 80 y 90 que eran unos faroles con base de hormigón, poste de hierro de unos 3 metros y un invertido cilindro trunco de cristal que cubría la lámpara. Nadie se conocía, solamente existían tímidos vínculos por ser algunos del mismo municipio o por haber coincidido en alguna competencia docente alguna vez, como el caso del post anterior. Las afinidades comenzaban entonces a descubrirse e identificarse.
Yo lo conocía precisamente por experiencias de ese tipo. No sabía ni a qué escuela de mi ciudad pertenecía. Nos veíamos solamente cuando había un concurso municipal y provincial, intercambiábamos criterios y cada cual cogía su rumbo. Se trataba de un tipo de piel blanca, bajo de estatura, peladito bajito, ojos azules, inseparable de sus espejuelos y que cuando vestía normalmente no tenía nada que ver con el mundo deportivo. Imagínenlo entonces vestido con short y pullover para “hacer deporte”. Pues aquel personaje se aparece allí, nada más y nada menos que con una pelota de volley en sus manos. Después nos contó que él buscaba una de fútbol, pero se habían acabado y aceptó otra. Como llegó un poco tarde, ya todo el mundo estaba asociado a algún grupo y él no tenía a nadie para compartir su pelota y tampoco iba a regresarse a devolverla para luego unirse a un conglomerado social, eso hubiera significado un gran problema comunicacional y de relaciones para un primer día de clases en aquel lugar. Así que mi futuro amigo, en ese momento solamente alguien que conocía de vista, no tenía otra alternativa que jugar solo y demostrar su experiencia en el mundo del ejercicio físico. Tomó la pelota de volley entre sus manos, extendió los brazos hacia delante, la dejó caer y le soltó un soberbio puntapié. La pelota voló violentamente contra un farol de los antes descritos y lo golpeó bruscamente. El cristal milagrosamente no se quebró a pesar de haber recibido un esplendoroso balonazo. La pelota no había tocado el piso y ya la atención de toda la escuela estaba en él, que conservaba todavía sus manos extendidas hacia delante. Hubo risas aisladas, porque nadie lo conocía y nadie sabía lo que podía pasar debido al reglamento estricto del centro. Por suerte para él, ningún profesor lo supo y el hecho no tuvo otra relevancia que ver a un tipo blanco ponerse todavía más blanco. Luego, cuando el curso avanzó, varias veces le recordábamos el momento y así aprovechábamos para poder reírnos abiertamente como aquel día, por precaución, nadie lo hizo.
Era el primer día de la universidad.
Las clases habían terminado en la mañana y por la tarde teníamos educación física, pero era a media tarde y estábamos en mediodía. Así que decidimos ir al gimnasio a matar el tiempo deportivamente. Me acompañaban amigos del preuniversitario que como yo habían pasado “directo” a la Universidad, lo que significaba no intercalar el servicio militar entre el preuniversitario y la carrera alcanzada. El gimnasio era un bello edificio, con grandes paredes de hormigón y a una altura como de 5 metros estas paredes continuaban con una cristalería de persianas miami hasta donde empezaba la cubierta. Al lado estaban las taquillas y unos baños muy amplios. Fuimos y nos cambiamos de ropa. Alguien nos dijo que dentro del gimnasio había un local donde prestaban pelotas de diferentes deportes. Íbamos con ese ánimo y cerca ya de la puerta que nos llevaba al tabloncillo de basket cuando sentimos un estruendo y al mirar hacia arriba vimos caer rota la cristalería por una pelota que las había golpeado desde el interior del gimnasio. Pedazos de persianas cayeron hacia la acera exterior haciendo un ruido tremendo pero la bola había rebotado nuevamente hacia adentro. Mas bien tranquilos porque nadie podría echarnos la culpa pues estábamos fuera aún cuando todo sucedió, llegamos a la entrada y miramos curiosos hacia dentro para ver quién o quienes habían sido los desafortunados que habían roto la cristalería del gimnasio precisamente el primer día de clases de la Universidad. Aquello parecía una escena surrealista. Nosotros éramos todos del mismo preuniversitario y en medio de los cristales rotos que habían caído hacia dentro también junto a la pelota, estaba él, con su pinta de intelectual, pelado bajito, ojos azules y más pálido de lo normal. En sus manos, la pelota, que al caer había venido directamente hacia sus manos. Recuerdo que habían otras personas allí, pero solamente él entendió la exclamación que espontáneamente salió de nuestro grupo, antes de morirnos de risa: ¡Pero tú otra vez! Luego nos contó que estaba pateando contra la pared y que un rebote le quedó, según sus palabras textuales, como una tentación para hacer un gran despeje de puerta, refiriéndose al mundo del fútbol, evidentemente. Bueno, pues terminó despejando un déja vu.
decididamente Caparó tenía una patada muy potente pero la puntería y la efectividad muy pobres, jejeje!
qué le sucedió por acabar con la cristalería? y una pregunta: qué es una cristalería de persianas miami?
tampoco le pasó nada… no tuvo consecuencias… una persiana miami es la ventana común de persianas que conoces en cuba que se cierran por un manipulador… las del gimnasio eran así pero de cristal… debes haberlas visto también de cristal alguna vez…
qué suerte tiene!
aprendió a patear para donde debía?
no, era antideportivo total… yo soy malo en deportes pero al menos bateo y cojo pelota medianamente… si el capo coge un guante no sabe ni meter los dedos!…
Arian me dice que eres muuuy bueno jugando pelota, que de hecho lo enseñaste a él… ese SI que es antideportivo total! Oh dios! me llama a veces en su break a preguntarme cuántos mundiales ha ganado Argentina (que es su equipo) para poder «discutir» porque ni eso sabe O.O
bateo o bateaba bien, hace rato que no cojo un bate y eso se pierde… en reflejo muscular y nervioso… uno de mis pasatiempos favoritos es pasarme una pelota con un guante a larga distancia… tengo guante y pelota… no tengo nadie que me sirva para eso, me falta el compañero… pero es bastante desestresante hacerlo… pasarse una bola de lejos, sin hablar, solamente concentrado en el tiro y la atrapada… y el guante que tengo es lindísimo!… he pensado en venderlo pero al final desisto de la idea… cogiendo atrapo mejor una bola por el piso que una en el aire…
cojo, cogiendo, bate… qué palabras, eh? desestresantes? por supuesto! lol
😉
pretendes vacilar conmigo?…
vacilar? esa palabra también me agrada 😉
pero tú eres cubana acabada de salir hace poco de la isla, así que todavía no te has quitado el polvo del camino… sabes que no es lo mismo «vacilar conmigo» que «vacilarme»… el primero tiende a la risa y el choteo y el segundo a miraditas peligrosas… hazme el favor!…
vacilar para mi viene de vacilón, de gozadera, de relajo… 😉
escoge tu… :p
vacilón, gozadera y relajo… me sirve…
si, respondiendo tu pregunta… te estoy cogiendo para el relajo…
te molesta?
vamo’a mover el bote!… vamo’a mover el bote!…
vamo’a mover el bote!… te gu’ta?… mueve!!!…
vamo’a mover el bote!…
wow! qué profundidad! no me digas que es regetón! na’ no te creo! O.O
cómo se superan a diario esos muchachos! lol
tú no ves muñequitos?… ese es el rey lemur de madagascar…
es mucho mejor que los reguetoneros!…
a mi me dejan con el fútbol… era delantera en el pre, y en la universidad fui la capitana del equipo de futsal de mi facultad 🙂
pero soy pésima bateando!!!!!
por lo que puedo deducir que prefieres el ki-kim-bol al be-is-bol…
Nada de kikimbol… Fútbol!!!! de verdad, con los pies, no esa mierda que inventaron las mujeres.
así es Mar! F U T B O L!!!!!!!!!!
vale, no te ofendas!… yo voto porque el uniforme de fútbol femenino sea parecido al del tenis de campo o al del tenis… sería muchísimo más interesante!…
ah! porque no has oído del «Lingerie Football League», es fútbol americano pero se juega en blumer y ajustador O.O las tipas con tremendos cuerpazos! y ya te imaginarás con un juego tan violento, el peligro de que «algo» se salga de lugar… jejejeje!
A más de un amigo le encantaría ver este juego 🙂
yo no sé si soy amigo de mar, pero me encantaría ver ese juego… hay repeticiones en cámara lenta?…
Qué descaro Camarero, qué descaro!!
a las mujeres no hay quién las entienda!… ellas juegan en blumers y el descarado soy yo!…
ciertamente caparo no tenia muy afinada la punteria o mas bien si pero para los problemas si mayores consecuencias, jajaja…
el guante no lo vendas que cuando yo pueda ir nos tiramos una pelotas, te acuerdas en unas vacaciones que pase en tu casa, me llevaste si mal no recuerdo a unas canchas de tenis en el sandino, se llamaba asi ? el centro deportivo o escuela de deporte que habia detras de la casa, me dijiste…. parate aqui y tu cruzaste al otro lado de desde alli…. fuffffff…. me tiraste el primer cañonazo y yo que nunca habia jugado pelota cuando la vi venir me quite….jajaja y tu berreao me decias… eso no mata coj….., es una pelota y alli ese dia agarre y lance mis primeras pelotas o al menos hice el intento…
un abrazo primo.
de eso no me acuerdo!… jajaja… le debo un o varios post a mi infancia y adolescencia que fue muy linda… de esa época recuerdo el día que estaban los colchones de salto alto junto a una caseta que todavía existe y nos tirábamos del techo de la caseta para los cholchones… estoy seguro que de eso sí te acuerdas…
qué mataperros tu! O.O
jajaja! nada comparado con mis aptitudes espeleólogas de infante, jiji!
eso no es nada!… yo disfruté muchísimo mi infancia y jugué mucho en la calle… si empiezo a hacer cuentos, no paro…
pero no te metiste en un río lleno de gusarapos y yo si! 🙂
jajaja… no hables sin saber!… cuando era niño, hicieron el alcantarillado en mi zona y las excavaciones eran grandísimas… y no habías asfalto y cuando llovían se hacían pisacinas en aquellos huecos… si te digo que no había asfalto en las calles no tengo que decirte de qué color era el agua, verdad?… pues yo «nadaba» en aquella agua en los aguaceros y hasta hacía fuentecitas con la boca… testigos: mi mamá, que varias veces me sacó por la oreja de dichos «baños»… no hago nada con mentir porque podrás preguntarlo personalmente y sin que yo me meta…
ay! cochino!!!! ALABA’O!!!!!!!!! 😀
te gané!… no era cochino, era niño!… y era muy libre… yo tuve una infancia superfeliz!…
ganaste??? jajajajaja! y era una competencia???
yo también fui muy feliz ;p
es que ni has leído el VI
O.O
off topic:
vas a tu escritorio de administrador y en Ajustes/Comentarios /otros ajustes de comentarios… vas a ver que dice «Activar los comentarios anidados hasta ___ niveles» y ahí hay puesto un 3 pero se pueden poner hasta 10 y así uno puede hablarse y responderse sin tener que escribir abajo de todo el mundo…
pruébalo! ya yo lo puse… veremos el lunes cómo funciona 🙂
Así que el beisbol…… Jaja, pobre muchacho…….. En la actualidad quedan muy pocos cristales y cuando caminas por el tabloncillo debes tener cuidado de no caer en un hueco por la cantidad de tablas que faltan…. da pena las malas condiciones en que se encuentra esa area que tantos recuerdos nos dejo a los que pasamos por la UCLV..
así es… muchos recuerdos tengo de aquel lugar… sé que está muy deteriorado porque lo he visto al pasar cerca por la carretera… cuando yo era estudiante el tabloncillo no estaba malo, se conservaba bastante bien al igual que la cristalería de persianas… te hablo de hace más de 15 años… tú lo conociste más hacia acá…
te toca publicar hoy…
en primer lugar este martes día 7 no estaba en la provincia… en segundo lugar, ya no me queda nada listo, estoy trabajando en dos ideas… así que eso de publicar cada martes y jueves lo puedes ir olvidando… lo estaba haciendo para lograr algo antes que me tumbaran el acceso… me ha durado mucho más que lo que pensé!… felizmente!…
agua fiestas!
yo no tengo tanta imaginación para escribir… dos cosas semanales es demasiado para mí…
El tiempo pasa…. nos vamos poniendo viejos……
e interesantes…
cierto!
e insoportables…
Si tu lo dices, te creo……
amén a eso!
medea, sabes que de mi «insoportabilidad» te ha salvado tu buen humor…
me alegra mucho saber que a pesar de mí, sigues cerca… un beso…