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PALABRAS RICARDO ALARCÓN A MIEMBROS DE BLOGOSFERACUBA,
CENTRO MEMORIAL MARTIN LUTHER KING JR – 6 DE JUNIO 2013
«Ese es el desafío: cómo llegar aunque sea un poquitico más.»
Yo no voy a dar una conferencia ni una disertación sobre el tema de Los Cinco, solo les voy a plantear un problema, dejárselos a ustedes y que ustedes puedan pensar si pueden y si quieren hacer algo al respecto. (…) Prácticamente ya es inasible el volumen de información que se ha generado alrededor de este caso (…) y la inmensa mayoría, la mayor parte de esa información nadie la ha visto nunca. Otra característica y René la ha dicho varias veces, (…) es que ellos ganaron el juicio porque realmente las pruebas y los argumentos para convencer a cualquiera que acceda a esa información son bastantes obvias. Esto explica por qué el control de la información, el impedir el acceso a ella haya sido la pieza clave de la estrategia del gobierno norteamericano en la cual ha tenido un éxito absoluto. Todo esto que se ha dicho aquí de la prensa tradicional… ¿cuánto es el porciento de jóvenes que leen la prensa? (-18 %, le responde Rosa Mirian Elizalde) bueno, el otro 82 %, que no ha sido desinformado por los periódicos (se está refiriendo a la prensa cubana) no debe saber nada de nada y ese 18 % lo que sabe es realmente penoso, y estamos hablando de aquí de Cuba y ninguno de Los Cinco está preso en Cuba, están presos en Estados Unidos. Donde hace falta llegar con la verdad es al pueblo norteamericano. Si se les hace una investigación semejante, cuántos son los que leen periódicos, cuántos son los que están interesados en asuntos políticos, cuántos usan la tecnología para informarse de cuestiones políticas, no es mejor el cuadro de ellos que el nuestro.
Entonces, ese es el desafío: cómo llegar aunque sea un poquitico más y para ello hay que partir de algo que es fundamental. Uno tiene que saber cuáles son sus fortalezas y cuáles son sus debilidades, sino tiene esa idea ya perdió la batalla de entrada. Yo no sé si ustedes leen Granma, aunque sea en la computadora, a mí me reconforta mucho (lo dice irónicamente) ver en sus páginas unas caricaturas del pobre Tío Sam, desesperado, pidiendo auxilio, ante una ola enorme de tsunami que lo persigue y lo acorrala que es la solidaridad con Los Cinco. (…) ¡Ni una gota de esa imagen es cierta! ¡Eso no tiene nada que ver con la realidad!
Ese es el problema que yo les resumo: ¿qué hacer y cómo hacer para que podamos aportar algo al conocimiento, a que la gente se entere del caso? ¿Y cómo hacerlo, además, con este tipo de gente a la que tú no le puedes darle un teque “en cubano”? El número de personas en Estados Unidos que conocen el idioma “cubano” no es amplio, los que conocen el español es todavía más pequeño, habría que hablarles en inglés. Pero también hay una tendencia, no digo de ustedes sino en general, al uso de las traducciones automáticas y en eso no podemos confiar. En estos momentos está circulando por ahí, en la blogosfera y en los medios digitales una notica sobre no sé quién que ha estado ocultando los méritos de Bolivia en el área social. Esa es más o menos la noticia. En algunos medios nuestros parece en inglés que es Evo Morales el que está bloqueando esa información. Evidentemente se trata de un error de traducción automática, eso es bastante común. Sé que hay mucha gente que depende de eso pero muchas veces el resultado de la traducción automática es exactamente lo contrario del original.
(…) Si nosotros esperamos que esta campaña por la liberación de Los Cinco tenga éxito hay que darle un vuelco completo. No puede seguir como va. Para mí es un argumento nada convincente para un norteamericano enterarse que en otro lugar surgió un nuevo Comité de Solidaridad con Los Cinco. ¿Eso qué está demostrando? O que hay 300 Comités de Solidaridad… Hay algunas cosas que tienen algún sentido, marchas, ejemplos de solidaridad… pero ¿cómo hacer para que la gente sepa que ellos son inocentes? Voy a poner un ejemplo. El general Clapper, que hoy es el Director Nacional de Inteligencia de los Estados Unidos, fue uno de los testigos del Gobierno contra Los Cinco, pero al ser sometido a las preguntas de los abogados de la defensa, que además estuvieron brillantes, tuvo que reconocer varias veces que no hubo espionaje. En las actas por las páginas 13040 a la 13060 está el interrogatorio que le hace a McKenna a Clapper donde él lo reconoce, que no hubo espionaje. Vean, hay que llegar a la página 13 mil, esas son nada más que las actas que alcanzan casi las 20 mil páginas. Los documentos, como aquel en que la Fiscalía reconoce que no puede probar el cargo contra Gerardo y pide retirarlo, o el fallo de la Corte de Atlanta reconociendo que no hubo espionaje, alcanzan las decenas de miles de páginas. Estamos hablando de decenas de miles de páginas de documentos aparte de las decenas de miles que conforman las actas del juicio. Y ahora mismo todo eso ha crecido gracias al compañero Martin Garbus, el abogado de la defensa de Gerardo, que ha presentado una declaración jurada, con un montón de anexos, que ha aumentado el volumen de información de este caso. De manera que cada vez es más difícil para cualquiera navegar y entender todo el proceso. Lo puede hacer un abogado que esté dedicado a eso, un abogado que esté dedicado a otras cosas no lo puede hacer porque es muy poco el tiempo que tiene.
Entonces una persona común y corriente solo tendría una idea del juicio a través de los mediadores, alguien que medie entre el ciudadano común y corriente y el proceso legal. Ese alguien son los medios de comunicación, los medios de prensa tradicionales o no tradicionales que tienen que ser los que trasladen, que transmitan, que traduzcan, que permitan conocer la esencia de lo que ocurre en ese proceso. Cada vez es más difícil hacerlo, el caso ha ido creciendo, se ha ido complicando, se ha ido enredando. Ya René cumplió su condena, ya regresó a Cuba, ya está viviendo en Cuba y está escribiendo un libro, tiene miles de páginas escritas y cuenta todo la historia. (…)
Para nosotros es una gran derrota no haberlo podido traer ni un segundo antes. Ahora en febrero de 2014 debe salir de la cárcel Fernando y se estará consumando otra gran derrota. Y unos años después vendrá Tony y después vendrá Ramón y cuando venga Gerardo ya nadie se acordará en el mundo de este proceso. Entonces ¿cómo darle un giro? ¿Cómo cambiar el sentido de la campaña? ¿Cómo se hace, cómo la hacemos? Hay que acabar con la rutina, hay que acabar con el teque. Vamos a pensar a quién aspiramos llegar. Queremos llegar a los norteamericanos anglosajones, blancos negros o morenos, anglosajones que viven en Estados Unidos de América, quizás el sector más accesible, más cercano, sea el sector juvenil, universitario. ¿Cómo llegarles? Hay que llegarles en inglés si aspiramos realmente a que nos entiendan, llegarles con esto con un teque es perder el tiempo.
Y por otra parte (…) ¿por qué nadie recuerda que el General Clapper (…) fue uno de los principales testigos contra los Los Cinco, llevado por el Gobierno, y que allí tuvo que reconocer que era falsa la acusación de espionaje? Yo entiendo perfectamente que eso no lo haga el New York Times, pero me moriré sin entender por qué no lo hacen nuestros medios. (…) Los periodistas le preguntan todos los días por Snowden pero a ninguno se le va a ocurrir preguntarle por Los Cinco porque ningún periodista sabe qué rayos son Los Cinco y no tienen por qué saberlo porque eso no está en ninguna parte independientemente del tsunami de Granma. ¿No es posible para nosotros, alguna vez, recordar eso? Y sin un teque, sencillamente página tal, pregunta del abogado: «¿Esto que Ud ha visto tiene que ver con espionaje o con información pública? General Clapper: Esto no tiene nada que ver con espionaje, esto es información pública». Fin de la cita. Eso es mucho más convincente que los discursos, o que toda la retórica nuestra.
(…) Yo quería invitarlos a que pensaran cómo contribuir a esta batalla, que cada vez va a ser más complicada, cada vez va a haber más información por cubrir, a la cuál acceder. (…) Y mientras estamos en este lío, a la jueza se le puede ocurrir mañana acceder a la petición del Gobierno de eliminar el grueso de la apelación de Gerardo Hernández. Y lo puede hacer muy fácilmente ¿Saben por qué? Porque nadie sabe nada de esa moción del Gobierno, porque nadie sabe o saben muy poco de lo que quiere el Gobierno eliminar, independientemente del esfuerzo que hizo el abogado de Gerardo para que los medios de comunicación se dieran por enterado.